Con más de 2,600 kilómetros de distancia, pero con el mismo sabor y esencia, es como Verónica vende día con día decenas de pupusas salvadoreñas en el puerto de Mazatlán.
Hay de todo, desde las tradicionales de queso hasta algunas híbridas con ingredientes sinaloenses: camarón, rajas, machaca y chilorio, así como la más solicitada: la clásica revuelta salvadoreña.
Verónica, comerciante, comentó: “La pupusa es de origen salvadoreño y el motivo de vender es porque es una comida típica salvadoreña, es lo más típico que hay en El Salvador, como digamos aquí los tacos en cada esquina”. Añadió que la pupusa de chicharrón, frijol y queso, conocida como “revuelta”, es la típica salvadoreña.

Hechas totalmente a mano y con una masa 100 por ciento de nixtamal sin aditivos artificiales, este platillo se sirve a la plancha y es acompañado con la tradicional salsa de tomate y un repollo preparado para darle un toque fresco.
Las pupusas de Verónica han tomado una importante popularidad entre los mazatlecos. Ella misma afirma que los vecinos de la zona y otros no tan cercanos le han dado una excelente recepción al platillo.
“Gracias a Dios, a la gente les está gustando, a todos les ha gustado y gracias a Dios, pues, ya mucha gente me busca por querer probar un platillo que no es de acá. Una comida típica que no es de este lugar”, compartió Verónica.

Incluso, Verónica considera que el éxito en su negocio va más allá de los sabores que ofrece, sino que lo ve como parte de una historia de esfuerzo de una mujer extranjera en suelo mexicano.
“Aparte de apoyar a la mujer salvadoreña, vienen a probar algo típico, algo nuevo. Este negocio es de valientes porque es bien laborioso, pero gracias a Dios a mí me gusta y por eso estoy aquí", concluyó.
VIDEO: ¿De dónde son los mariscos más sabrosos de México? Esto dice la IA