Este martes, un sismo de magnitud 6,9 sacudió el centro de Filipinas, generando pánico entre la población y dejando un saldo preliminar de al menos cinco personas fallecidas.

El epicentro se localizó a unos 10 kilómetros de profundidad, cerca de la ciudad de Bogo, en la provincia de Cebú.

Expertos advierten que, dada la magnitud y baja profundidad, podrían esperarse más víctimas y daños estructurales, especialmente en edificaciones mal construidas.

El impacto del terremoto provocó múltiples réplicas de más de 5,0 grados, deslizamientos de tierra, cortes de electricidad y afectaciones en carreteras y viviendas.

Autoridades continúan evaluando los daños mientras equipos de rescate trabajan en las zonas afectadas.