Locales y turistas se mantenían asombrados por la magnitud del oleaje y lo que este provocaba sobre la banqueta y los linderos del área de playa en donde al menor descuido, transeúntes terminaban empapados.
Negocios como las palapas de playa empezaron a sacar algunos bienes muebles y otros artículos de los restaurantes a la banqueta, ya que el oleaje afectó a diversos negocios, así lo confirmó Protección Civil.
Sobre el área de playa norte, los pescadores de la zona sacaron a la vía pública sus pangas, mismas que corrian peligro de ser volteadas y arrastradas por la corriente.