La fuerza del fenómeno natural que provocó olas de hasta 4 metros de altura en el puerto de Mazatlán destrozó varios restaurantes y palapas ubicados en la orilla del mar, dejando a residentes y comerciantes en situación de vulnerabilidad.

Los comerciantes señalaron que tanto ellos como los residentes quedaron en en situación de vulnerabilidad y por el cierre temporal de playas, sigue afectando actividades turísticas y comerciales en la región, además, temen por la formación de la tormenta tropical Raymond.

Restauranteros y comerciantes han reportado pérdidas económicas todavía sin cuantificar debido a la destrucción de sus negocios , sólo esperan la recuperación para reactivar la economía y la seguridad en Mazatlán tras el fuerte oleaje, principalmente en playa norte.