El 9 de diciembre de 2012, México y el mundo de la música regional mexicana se conmocionó ante una terrible noticia. El avión en el que viajaba Jenni Rivera y seis personas más se estrelló minutos después de despegar de Monterrey, Nuevo León.
“La Gran Señora” tenía 43 años, estaba en la cima de su carrera y acababa de dar uno de los conciertos más memorables de su vida en la Arena Monterrey.
La cantante ya era la artista femenina más taquillera de la música regional mexicana y había vendido más de 20 millones de discos.
Trece años después, su ausencia sigue doliendo, pero su presencia es más fuerte que nunca, ya que sus fanáticos la siguen recordando con amor.
Su familia ha mantenido el enfoque en conservar vivo el legado de la intérprete mediante proyectos musicales, reediciones, documentales y contenidos que reconstruyen su trayectoria.
Una muerte llena de misterio
La muerte de Jenni Rivera continúa rodeada de teorías y misterio, sin embargo, la investigación oficial, cerrada en 2014, concluyó que la causa del accidente fue la falla de un tornillo de la aeronave, que provocó la pérdida de control y su posterior caída.
Hoy, trece años después, la Diva de la Banda continúa viva en su música, en su público y en un legado que sigue creciendo con el tiempo.