Entre máquinas, tintas y bocetos, Oliver Cruz, nos compartió parte de la pasión que ha mantenido viva durante varios años, qué es el arte del tatuaje.
Hoy en Los Zapatos de Oliver nos adentramos en su espacio, donde las historia y recuerdos cobran vida en la piel, con trazos llenos de significado y emoción.
Oliver Cruz, tatuador, recordó: “Como a los 14 años que hice el primer tatuaje así en la calle con máquina casera y todo eso yo, la verdad, nunca pensé que me fuera dedicar al tatuaje. Siempre yo tenía mi trabajo y lo hacía cuando llegaban a mi casa y me pedían que se podía hacer algún tatuaje pero que en aquel entonces era mal visto el tatuaje, entonces no, cualquiera se tatuaba”.
Oliver en esta ocasión, nos fue indicando cómo se realiza un tatuaje, desde la limpieza de la zona, la preparación del esténcil y la colocación de la platilla, hasta el momento en que la aguja toca la piel.
Con precisión y paciencia, nos comentó que este trabajo captura momentos únicos, ya que al término del trabajo los sentimientos están a flote.
Oliver Cruz compartió: “Me ha tocado hacer por decir algún rostro de algún cercano o de alguna mascota que quisieron mucho. Y al terminar la el tatuaje, al momento de que se lo checan en el espejo y ver que les gusta tanto que llegan hasta el llanto”.
Su gusto por el arte nació desde niño, sin imaginar que años después sería su profesión. Sin embargo, destacó que hace años su trabajo era mal visto, pero con el tiempo el arte corporal se volvió más aceptado y reconocido.
Oliver Cruz puntualizó: “Es un oficio que lleva mucha responsabilidad porque es algo que se está haciendo permanentemente, así que de por vida”. Y añadió: “No es como un cuadro que se puede desechar, no es como un mueble que puede tener un tiempo y se va a determinar ya un tatuaje, es algo que ahora sí va a llevar para siempre”.
Para él, ser tatuador implica una gran responsabilidad, ya que es algo que quedará de por vida. En Los Zapatos de Oliver, descubrimos que el tatuaje no solo es arte, es un vínculo entre la memoria, emoción y la identidad de quien lo lleva.
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