Lo que debió ser un espectáculo de fuegos artificiales combinado con drones en Liuyang, provincia de Hunan, China, terminó en caos la noche del 2 de octubre, durante la celebración del Día Nacional de la nación asiática.
En cuestión de segundos, grandes destellos comenzaron a caer desde el cielo, generando pánico entre los asistentes que no esperaban que la puesta en escena se convirtiera en un momento de peligro.
Las imágenes muestran bolas de fuego y chispas descendiendo rápidamente hacia los asistentes, quienes intentaron cubrirse y alejarse del peligro.
No se reportaron heridos, pero la situación dejó constancia de los riesgos que conlleva la combinación de tecnología aérea con pirotecnia.