¿Te imaginas salir a pasear a un perro que no existe? Eso es el “Hobby Dogging”, una tendencia que nació en Alemania y que está dando de qué hablar en todo el mundo.
La idea es simple, curiosa y extraña: las personas simulan paseos y entrenamientos caninos sin un perro real. Usan correa, arnés y hasta palabras de obediencia, recreando rutinas como circuitos de agility y ejercicios de concentración.
Sus promotores aseguran que esta práctica mejora la postura, reduce el estrés y fortalece el bienestar emocional. Para algunos, también es una forma de recordar o rendir homenaje a mascotas que ya no están.
El Hobby Dogging se ha vuelto viral y ha abierto el debate: ¿es una excentricidad o una alternativa accesible y sin responsabilidades? En ciudades donde el contacto con la naturaleza es limitado, muchos lo ven como una manera de crear hábitos saludables y reconectar con lo animal.
Así que, en lugar de Poodles, Salchichas o mestizos hoy la gente pasea perros invisibles.