Locatarios del centro de Culiacán están por entrar en un receso de sus actividades debido a que las ventas están bajas y se encuentran en la etapa del año conocida como “piojillo”.
Indicaron que la inseguridad es una de las principales causas por las cuales ha disminuido el consumo de los clientes, pero a esto se suma el intenso calor que comienza a registrarse. Además, ya llegaron las primeras lluvias, lo que merma la visita de los clientes al centro de la ciudad.
Algunos vendedores de comida expusieron que piensan tomar un descanso, ya que no pueden mantener su negocio.
Relatan que han decidido poner a la venta otro tipo de productos como bicicletas y televisores, pero sus ganancias siguen sin repuntar y han disminuido en un 50 por ciento.
“La verdad es que el negocio de la comida no está dejando nada”, dijo Mateo Monárrez, comerciante de Culiacán. “Yo tengo 14 años con el negocio, y la verdad es que este año está fatal”.
Los comerciantes calculan el cierre momentáneo de 2 mil 500 negocios para el mes de septiembre. Quienes toman esta decisión de pausar actividades son los vendedores propietarios de sus locales.
“Muy posiblemente puedan regresar en el mes de octubre, muchos de ellos no lo van a hacer y se van a unir a esta gran lista de cierre de negocios formales e informales”, comentó Óscar Sánchez, líder de locatarios.
Esperan que, al regreso, puedan tener un repunte en sus ventas y recuperarse del llamado piojillo.
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