Justo en la entrada del camposanto, en una tumba desgastada por los años reposan los restos de una familia japonesa, en ella aún se pueden leer los nombres de dos hermanos, Mercedes y Agustín Moriyama.
Murieron hace más de cien años en un terremoto que impactó Japón
Su lápida revela una fecha y destino compartido, “01 de septiembre de 1923 en la catástrofe de Japón"; se trata nada más y nada menos que del “Gran Terremoto” que azotó en la región de Kanto hace ya un siglo, con magnitud estimada de 8 grados, aunque hay reportes que afirman que superó los 9 grados.
De acuerdo con los registros históricos este fenómeno dejó grandes afectaciones y a miles de personas sin vida, entre ellos estos dos hermanos de 28 y dos años de edad y que ahora sus restos se encuentran a miles de kilómetros de distancia de su tierra natal.
Está en el olvido: ya no es visitada
A pesar de encontrarse en una de las zonas más transitadas del panteón, hoy está en total abandono y su historia es desconocida por los actuales vigilantes del campo santo, aunque afirman son decenas de sepulturas con nombres de origen oriental que hay en este lugar, algunas todavía son visitadas por sus familiares y otras que datan de finales del siglo XIX que tuvieron que ser exhumadas debido al poco espacio.
Detallan que, nadie sabe con certeza el por qué fueron abandonadas, lo cierto es que sin flores, sin nombres legibles y con las marcas del tiempo, aún despiertan curiosidad y misterio.












