Desde que José Manuel tenía apenas 2 años, su mundo se quedó en silencio, la vida le regaló una madre amorosa que cuidó de él con devoción, pero siempre hubo una pregunta que resonaba en su cabeza: ¿dónde está su papá?
José creció con solo dos fotografías de él, un recuerdo difuso de un hombre que nunca llegó a conocer; la primera foto, descolorida por el tiempo, mostraba a un joven con una sonrisa cálida, un brillo en los ojos que aún parecía vivo en la nostalgia, la segunda imagen de un niño, con ojos curiosos y una expresión de inocencia pura, pero la única información que su madre le dio de aquel sujeto es su nombre, dato que lo mantiene con esperanza de encontrar respuestas, su nombre es “Manuel González Mejía”
Sólo dos fotografías y actas tiene como información
Con estas imágenes en mano, actas y cartilla de vacunación, José se convirtió en un buscador incansable, motivado por el deseo de conocer su identidad, su historia, su raíz. Dentro de la poca información que su madre recuerda, es que el padre biológico de José Manuel es originario de Morelia, conoció a su madre en Tijuana y cuando se separaron ella se vino a Mazatlán, su padre vino a buscarla y darse una oportunidad, petición que la madre rechazó, y su padre desapareció de la vida de esa pequeña familia.
José Manuel González busca a su papá
“Si me está viendo ahorita en estos momentos, que me haga un llamado, yo soy su hijo, quiero conocerlo.” Expresó José Mannuel.
Cada día José despierta con la esperanza de encontrar alguna conexión, alguna huella que lo haga encontrarse con su padre biológico, Manuel González Mejía.
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