Así fueron los estragos que dejó el oleaje provocado por el fenómeno meteorológico Priscilla en el área de palapas en el malecón de Mazatlán.
Techumbre caídas, pérdida de mobiliario, estructuras dañadas y arena hasta por los codos, así fue como los comercios gastronómicos de la playa terminaron.
El movimiento del mar se mantiene todavía hasta la tarde del jueves, donde los restauranteros no han podido retomar actividades, turistas no pueden ingresar a la playa y comerciantes tienen su espacio de venta limitado.