Con pulpo, camarón, marlin y el toque especial: calamar gigante de las frías aguas del norte del océano Pacífico combinado con caldo de camarón y de marlin, así es como éste es buscado por locales y hasta personas de otros continentes.
El caldo no va solo, ya que una selección de vegetales le acompañan, lo que le da ese complemento especial, así como limón y una salsa de habanero de la casa al gusto.
Historia y sazón: así nació el siete palos
El origen de este poco ortodoxo nombre tiene algunas teorías, sin embargo, Enrique asegura que todo fue a raíz de la petición de un cliente de hacer un híbrido de la campechana tradicional.
“Vendía pura campechana y ya llegó un cliente y dice: échale marlin para que sea un siete palos y la gente ya quedó así ¿me entiende? la campechana no lleva marlin, son diferentes”
El éxito del siete palos no es una casualidad, ya que es un sazón que viene de familia, donde de alguna u otra forma han estado cerca del mar tanto en la pesca así como en la parte gastronómica.
Identidad y sabor: un platillo reconocido
Enrique asegura que, el secreto de mantener el sabor y el gusto de quienes consumen sus productos, es el de no cambiar una sola parte del proceso y solo llega el reconocimiento.
“Ese es el secreto, ese es la fama que le hicieron, la gente lo hace famoso, yo no. Yo no soy famoso, la gente lo hizo famoso el siete palos”












