Desde muy temprano, entre hojas de maíz y el aroma de los elotes, Teresa Montoya y su familia mantienen viva una tradición de más de 50 años, el arte de preparar tamales y esquites.
Hoy en los Zapatos de Teresa, descubrimos cómo este oficio se ha convertido en su estilo de vida y en el motor de su familia.
Teresa Montoya, tamalera y esquitera, compartió: “Aquí nací y poco a poco vimos creciendo este negocio, como vas empezando desde abajo, lo vas digiriendo, lo vas valorando y pues te seré sincera, una vez dije yo hay ya me cansé, pero me puse a analizar y bueno voy a ir a otro negocio a que me manden teniendo ya el propio, el de mi madre, pues hay que sacar adelante”.
En esta ocasión, nos adentramos a esta rica preparación, comenzando con la selección de las hojas y la limpia del maíz. El grano se lleva al molino para preparar la masa, después se separa el maíz para los esquites y para los tamales. Teniendo listo los productos, se da inicio con los tamales, los cuales se pone en la hoja y se enrollan para darle la forma; estos tienen diferentes sabores, como de puerco, elote, rajas y más.
Teresa Montoya expresó: “Me siento contenta, realizada, aunque trabaja uno más porque uno mismo hace las cosas, pues que mis hijos estén bien, estén gusto y le echen ganas como que te sientes con gusto y haces las cosas día con día y le pones más empeño con gusto haces el trabajo”.
La historia comienza con su madre, Doña Lupita, y hoy son los hijos quienes también participan en la producción. Para Teresa, lo que distingue su trabajo es el sabor casero y la entrega, asegurando que todo esté perfecto para sus clientes.
“El sabor, el amor que le damos a las cosas en el producto que nosotros hacemos, no lo hacemos comercial, lo hacemos casero”. Y añadió: “La gente dicen que son los mejores, pues con eso estamos orgullosas y nos satisfacen y nos da mucho gusto que se expresen así de nosotros”.
En los Zapatos de Teresa, entendimos que el oficio de tamalera y esquitera no solo genera un sustento, sino que une a una familia entera y alimenta una tradición que, con sabor y orgullo, sigue viva en Sinaloa.
VIDEO| En los zapatos de Dalia Valdez: postres de casa hasta el corazón de Culiacán