Desde 1986, Irma Torres Jiménez ha permanecido como vendedora en el centro de Culiacán. Su historia comenzó con una mesa pequeña y el sueño de que su hijo pudiera estudiar medicina.
Hoy, años después, mira atrás y encuentra en su esfuerzo el logro de una familia profesional y un negocio que sigue de pie a pesar de las diferentes dificultades que ha tenido que atravesar.
“Mi hijo es un médico": el sueño que se hizo realidad
Irma Torres, comerciante de Culiacán, compartió: “Mi hijo mayor, él quería estudiar medicina y pues con el sueldo de mi esposo no. Entonces fue cuando me dijo, ‘busque un espacio fijo pequeño y ponga una mesita’, y así lo hice. Mi hijo estudió y terminó su carrera. Lo que se me hacía imposible, ahorita mi hijo es un médico”.
Aunque su esposo enfermó y sus hijos ya formaron sus vidas, Irma no ha dejado su puesto. Ella siempre está lista, y con cada temporada, ajusta su mercancía según lo que la gente requiera, como uniformes, moños patrios, adornos de Navidad o productos para la temporada de lluvias.
Tras un desalojo en sus inicios como comerciante, Irma fue enviada al Parque Revolución, donde permaneció 23 años. A pesar de los cambios, las dificultades y el paso del tiempo, regresó al lugar en donde empezó, y con ello también volvió el cariño de la gente que la visita.
Una vida de lucha y convivencia
“Aquí estamos, luchando, saliendo adelante. Ahorita ya mi esposo ya no trabaja, él está enfermo, ya no trabaja, le pegó el Parkinson. Entonces yo estoy a cargo de mi casa”, relató Irma.
Destacó que disfruta mucho su oficio, pues conversar, escuchar y compartir es lo que realmente la hace feliz en sus días de trabajo, ya que le permite acercarse a sus clientes como una gran amiga, aunque no se conozcan.
“Bueno, la gente es linda de aquí de Culiacán, que uno conoce y que en muchas ocasiones me compran algo y me dicen ‘buenos días, adiós, ¿cómo ha estado?’. Aquí, en mi trabajo durante tantos años, he conocido a mucha gente”, mencionó Irma.
Su meta es seguir adelante
Irma señaló que no piensa dejar su puesto. Su experiencia, su variedad y su voluntad la han mantenido firme en un espacio ganado a pulso. Para ella, el comercio no es solo trabajo, es identidad, es historia y es también su manera de seguir adelante.
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