¿Recuerdas a la osezna de un video en redes sociales que encendió las alarmas en un zoológico en Nuevo León?

Su nombre ahora es Mina, y aunque sigue en estado delicado, hay señales de esperanza.

Bajo el cuidado de la Fundación Invictus, Mina enfrenta una dura batalla contra la desnutrición severa y los daños cardíacos provocados por años de maltrato y abandono.

Los especialistas aseguran que su recuperación será lenta, pero no se rinden: cada día recibe atención médica, suplementos y medicación especializada.

Aunque apenas pesa 28 kilos y a veces se resiste a comer, ahora puede moverse por un espacio más amplio y descansar en su cama de paja, donde incluso muestra momentos de tranquilidad.

Los avances son pequeños, pero significativos. El equipo insiste: “Cada día es una batalla”, y mientras tanto, siguen apostando por su vida.