¿Te acuerdas de él? Hace un año, en la ciudad de Culiacán, se reportó que un perrito de la raza husky se encontraba en el techo de una gasolinera de Bacurimí, de donde no pudo bajar por días, pasando hambre y quedando vulnerable al sol y la lluvia.
Hoy, Luckhan, como su familia adoptiva lo nombró, vive feliz en su nuevo hogar en la Ciudad de México, a donde fue trasladado luego de su rescate.
La fundación Huellitas Con Causa IAP compartió en redes sociales imágenes de cómo luce aquel perrito que tuvo que ser bajado con el uso de una retroexcavadora. Ahora, después de un giro total en su vida, disfruta de un lugar seguro, donde puede vivir cómodo, con todos los cuidados que requiere y todo el cariño que le puede dar una familia.
“Hoy se cumple un año desde su rescato, y hoy, desde su hogar amoroso y responsable, nos envía su familia estas imágenes. ¿Logras ver la transformación del miedo e incertidumbre, a la felicidad y seguridad? Todos deberían tener una oportunidad”, publicó el colectivo rescatista.
Las imágenes muestran a Luckhan bastante diferente a como lucía hace un año. Su semblante cambió del miedo y la agresividad que desarrolló tras vivir en las condiciones en que lo hacía, y ahora en su mirada es notoria la felicidad y el cariño mutuo con sus dueños.
Nadie sabe cómo llegó ahí: así fue el rescate de Luckhan, un husky atrapado en un techo en Culiacán
El 18 de junio de 2024, se volvió viral el caso de un perrito husky, el cual, por razones desconocidas, apareció en el techo de una gasolinera en Bacurimí, Culiacán.
Su caso fue dado a conocer en redes sociales, luego de que trabajadores del establecimiento intentaron bajarlo con uso de una escalera, sin obtener éxito, por lo que tuvo que pasar la noche ahí.
Tras solicitar ayuda para bajarlo, integrantes de una fundación protectora de animales acudieron al lugar para auxiliar al canino, el cual finalmente fue rescatado con la ayuda de una retroexcavadora y una jaula, para trasladarlo a una clínica veterinaria donde pudiera recibir atención médica, ya que se encontraba en mal estado y descuidado.
Sus rescatistas detallaron en ese momento que el husky tenía lesiones en la piel por garrapatas, presentaba desnutrición y bajo peso, además de que no estaba esterilizado y era un poco gruñón con la gente.
Afortunadamente, como no es el caso para todos los animalitos rescatados, el can fue adoptado al poco tiempo por una familia, quienes lo nombraron Luckhan y le dieron un lugar seguro para vivir y recibir amor.
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