Valentina una pequeña de 4 años de edad, llegó con su familia a Mazatlán desde hace unos meses desde el municipio vecino de Concordia, Sinaloa, ahora, su nuevo hogar ubicado en una invasión del puerto, es donde día a día trata de salir adelante junto a su familia.
Como todos los niños y niñas, vive con mucha emoción e ilusión la espera de la llegada de los Reyes Magos, para poder recibir un juguete y así divertirse junto a su primo y vecinos.
Sus abuelos desean su felicidad: hacen todo para lograrlo
Viviendo con su abuelos y un primo, Valentina cursa el segundo año de preescolar, mientras estudia, su abuelita vende dulces para poder pagar los transportes y poderla llevar a la escuela. Su abuelo dedica el tiempo a trabajar de albañil, ya que por día necesita pagar hasta 4 boletos de pasaje.
Su abuela Irene, menciona que aunque no tienen muchos recursos para darles la vida que quisieran, se empeñan en entregarles buenos momentos que comparten en familia y sobre todo en estas fechas tan especiales.
“Aquí hay muchos niños que realmente desean un juguete para que sean felices.” Dijo Irene Valdez, abuela de Valentina.
La ilusión de Valentina, su primo y todos sus vecinos, es tener un Día de Reyes muy especial y se mantiene intacto el poder recibir un juguete que con ello traiga alegría a cada uno de ellos.
Sueñan con recibir un juguete que les recuerde que su infancia es una de las mejores etapas de su vida, a pesar de las dificultades, un detalle se convierte en símbolo de esperanza, acompañando a estos niños y niñas que, aún en la adversidad, siguen soñando.
Juguetón, un regalo, una sonrisa...