El fitness se ha convertido en un estilo de vida para muchas personas en Mazatlán, con tabúes a su alrededor y diversas creencias, aunque con una población que en general busca mantenerse en forma.
De distintas edades, profesiones y oficios, los miembros de los gimnasios en Mazatlán tienen distintos objetivos, aunque con un único medio: llegar a él por medio del ejercicio de fuerza.
Denisse, gerente de un gimnasio, comenta: “Es un lugar de gente que le gusta entrenar, es un lugar de gente que le gusta ir al gimnasio y quedarse. En todo el tiempo que tengo yo de encargada, me he dado cuenta que, quien viene, viene con un propósito y se queda”.
Algunos por mera estética, otros más por competir, así como otros por salud, los grupos son diversos.
“Es como todo, hay gente que ya sabe y hay gente que viene y necesita asesoría, es más la gente que requiere de asesoría de un instructor y es más la gente que tiene necesidades particulares”, añadió Denisse.
Incluso hay quien ya tiene algún tiempo y ha forjado una disciplina respecto a la práctica del gimnasio, la cual ya es parte de sus vidas, y afirman les mantiene con bienestar integral.
Leonardo, quien entrena en un gimnasio, dijo: “La verdad es que yo tengo mucho tiempo practicando gimnasio, siento que más que nada es por salud, por bienestar de uno mismo; uno tiene que sentirse confiado con uno mismo y aparte estarse ejercitando todos los días es bueno para que tengas más probabilidad de vida”.
Muchos de los integrantes de este gremio consideran también que ha habido una evolución consistente en cuanto a la información y la ejecución de esta actividad, lo que hace más seria su práctica.
“Antes no era muy recurrente que la gente viniera, por lo regular la gente viene cuando va a ser Semana Santa o cuando ya de plano es muy difícil corregir un error. Ahorita yo siento que las personas lo ven más para crecer ellos mismos y estar físicamente a gusto también”, añadió Leonardo.
Adrián, quien tiene menos tiempo en la práctica, dijo: “Tengo 19 años y llevo aproximadamente como año y medio (...) Básicamente dudas de cómo se hacen los ejercicios, las maneras correctas de ejecutarlos y más que nada la técnica”.
Hoy en Mazatlán, el gimnasio ya no es solo un espacio para transformar el cuerpo, sino también un refugio para quien busca disciplina, bienestar y una versión más fuerte de sí mismo.
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