Para Emmanuel Rodríguez, ser carpintero no sólo es una manera de vivir, sino una forma de crecer junto a cada pieza, mueble o madera que él maneja.
Inició hace más de 15 años, cuando a los 20 respondió a un anuncio de periódico que buscaba ayudantes en un taller, en donde aprendió lo mejor del oficio.
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Hoy en los zapatos de Emmanuel, nos adentramos en su mundo, en donde el sonido del martillo, la sierra, el olor a madera fresca y la paciencia, es fundamental para construir muebles desde cero, así como darle una segunda oportunidad a las piezas que llegan a sus manos.
“Pues yo tengo 37 años y aproximadamente desde los 20 más o menos empecé a desempeñar este oficio. Mire un anuncio en el periódico que solicitaban ayudante carpintero y dije pues la necesidad ante esto, llegamos aquí yo y un amigo y nos dieron trabajo a los dos y ya es ganancia y pues poco a poco fuimos aprendiendo de este oficio”, mencionó el carpintero Emmanuel Rodríguez.
El gusto por la madera fue un camino imprevisto
Emmanuel nos platicó que aunque de joven no pensaba en ser carpintero, encontró en la madera un espacio de creatividad, mencionando que en secundaría ni siquiera tomó el taller de carpintería, pero hoy, cada pieza que trabaja es una muestra de su pasión por uno de sus oficios.
Durante la práctica del mismo, Emmanuel me enseñó como cortar y formar una caja, iniciando con lo esencial que es tomar las medidas de nuestras 4 bases, al tenerlas pasamos a la sierra a cortar, en donde me confesó que lo primordial de un carpintero es tener confianza en lo que haces y de las herramientas con las que se trabajan.
Ya teniendo nuestras piezas, pasamos a unirlas con la pistola de clavos.

Para finalizar Emmanuel le dio los últimos toques, como arreglar detalles y darle la forma a nuestra caja para poder guardar recuerdos.
“Pero realmente un carpintero es el que te hace una reparación, el que te hace una restauración, el que te crea un mueble desde cero, el que tu llegas con un problema y te lo soluciona”, dijo el carpintero Emmanuel Rodríguez.
Nos confesó que el secreto de un carpintero, no es sólo saber usar las herramientas, sino encontrar la satisfacción en cada trabajo, debido a que cada cliente es distinto, por lo que cada pieza representa un reto, ya que su oficio, se trata más de como resolver lo que el cliente requiere.
Trabajar con las manos, una motivación familiar
Emmanuel destacó que, además del gusto por la madera, su mayor motivación es su familia, pues el trabajar cada día es una manera de demostrar su orgullo y darles un mejor futuro.
“Mi familia es la motivación, genero un sustento para poder apoyar a mi familia, para sacarlos adelante, porque tengo hijos que dependen de mí, una madre y un padre que pues igual no me piden pero hay que ser agradecido con todo lo que me han dado”, comentó Emmanuel Rodríguez.
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La carpintería, un oficio de segundas oportunidades
En Los Zapatos de Emmanuel, me di cuenta que el oficio de carpintero requiere de mucha creatividad, paciencia y sobre todo amor para hacer las cosas, debido a que cada pieza que se realiza se hace con una sola intención, utilizar y guardar recuerdos que los clientes pueden hacer al momento de utilizar o regalar.
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