Conrado comparte que lo ingredientes que le dan ese toque único es el agua de azahar y la ralladura de naranja que le da esa fragancia, además de explicar paso a paso, comenzando el pesar de la masa, darle la forma al pan, llevarlo a reposar, meterlo al horno y finalizando con mantequilla y azúcar.

Esta deliciosa ofrenda no solo alimenta, también despierta la nostalgia, aunque los tiempos han cambiado y con ella su preparación, el pan de muerto sigue siendo parte de la identidad mexicana, que se hace presente el 1 y 2 de noviembre, donde suelen tener mas trabajo, por lo que la preparación de este se inicia desde muy temprano, antes de que salga el sol.

Conexión entre la vida y la muerte cada 1 y 2 de noviembre

El pan de muerto no solo se come, se comparte en cada mesa, en cada altar que representa la conexión entre los que se fueron y los que siguen recordando