En México, cada 2 de noviembre celebramos el Día de Muertos, una de las tradiciones más queridas y coloridas del país. Entre flores, velas y calaveritas, hay un elemento que nunca falta en las ofrendas: el pan de muerto.

Este delicioso pan tiene raíces prehispánicas. En tiempos antiguos, los mexicas ofrecían a los dioses figuras hechas con amaranto y sangre humana como símbolo de vida y muerte. Con la llegada de los españoles, el trigo reemplazó esos ingredientes, y así nació el pan de muerto que conocemos hoy.

¿Cuál es el significado de el pan de muerto?

Su forma también tiene significado: el círculo representa el ciclo de la vida y la muerte, mientras que las “canillas” o tiras encima simbolizan los huesos y lágrimas de los difuntos y el sabor a azahar evoca el recuerdo de quienes ya partieron.

Más que un postre, el pan de muerto es un lazo entre el pasado y el presente, un gesto de amor hacia quienes seguimos recordando cada Día de Muertos.