Desde hace años, vecinos del fraccionamiento San Joaquín, al norte de Mazatlán, denuncian que los constantes derrames de agua impiden tener sus calles en buenas condiciones.
Uno de los puntos que presentan mayor conflicto es el cruce de El Recodo, El Walamo y Villa Unión, calles en las que los habitantes aseguran que el agua ha erosionado la cinta asfáltica, lo que a su vez provocó una serie de baches.
"Siempre sigue lo mismo, una pasadita nomás de materiales que le echan. Aquí al dar la vuelta también nos perjudica, los baches que quedaron atrás, los que están más delante. Baches, agua, pestilencia, enfermedades, todo eso en los niños, todo eso se da", afirmó Jorge, un vecino.
Otros colonos más añaden que es un cuento de nunca acabar, el cual ha dejado daños colaterales como el de servir como criadero de mosquitos.
"El agua, más que nada que se juntan mucho los moscos, la hediondez, pues, porque huele feo, eso es más que nada, lo feo que huele", comentó Jesús, otro vecino.
La ciudadanía de los alrededores de esta problemática afirma también que el fenómeno va más allá de la imagen o una cuestión salubre, sino una en la que esté garantizada la seguridad de sus vehículos.
"Descomposturas, fallas mecánicas, llantas ponchadas, porque echan materiales que cortan, vitropiso y todo eso para rellenar y todo eso provoca malestar en la gente", aseguró Jorge.
Los vecinos de San Joaquín exigen a la presidenta municipal de Mazatlán, Estrella Palacios Domínguez, que el problema se resuelva a la brevedad a través de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán (JUMAPAM), así como de Servicios Públicos.
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